Desde China, Montañas Emei - Los monos no vuelan

Al sur de China, en la provincia de Chengdu, existen unas montañas sagradas impresionantes, las montañas de Emei (3099 m). Para llegar a la cumbre tienes que subir cientos de escaleras, recorriendo bosques enormes y durmiendo en monasterios perdidos.

En la cumbre un enorme buda dorado descansa sobre 4 elefantes y disfruta diariamente de un amanecer impresionante. El espectaculo empieza a las 6 de la mañana en la cima. Unos cuantos picos rocosos navegan sobre un mar de nubes, y justo a esa hora el sol comienza a ascender lentamente, iluminando las pocas montañas visibles. Es impresionante.
Pero eso es lo que dice Google.
Fui con 3 amigos (2 canadienses y 1 israeli) a comprobar si era cierto y decidimos empezar desde el templo de Baguo, que esta en la base de la montaña. No habia hostales ni taquillas cerca asi que no teniamos donde dejar la mochila y nos la tuvimos que llevar. Cada uno portaba unos 10 kg.

Pensamos que no seria para tanto, pero nada mas comenzar el ascenso coincidimos con un amable chino angloparlante. Nos dijo que tendriamos que subir mas de 50.000 escalones para llegar a la cima (40.000 de subida y 10.000 de bajada).
Yo pense "si cada escalon mide unos 10 cm de media, hay mas de 50.000 escalones, mi mochila pesa 10 kg y son 2 dias de ascenso... eso significa que las proximas 48 horas voy a dedicarme exclusivamente a desplazar 500 toneladas de mochila a 10 cm de distancia". Se lo comunique al resto inmediatamente para animarles.

El primer dia fue intenso pero se nos paso volando. Cuando comenzo a anochecer nos metimos a dormir en el templo de Waning. Al dia siguiente tanto nosotros como los monjes estabamos en pie a las 6 de la mañana disfrutando del tipico desayuno-monje-vegetariano. Era una mezcla entre leche cortada y arroz duro que sabia a gloria despues de la paliza del dia anterior.

El segundo dia fue mas dificil. Habia que seguir subiendo escalones, pero llovia y era facil resbalarse. Cuando por fin llegamos al penultimo templo, a 2 horas de la cima, otro amable chino angloparlante se empeño en darnos un par de palos de bambu. Decia que habia cientos de monos en "el paso de los barrancos" esperandonos, y que era mejor no ir indefensos.

Efectivamente. Cuando llegamos al "paso de los barrancos" miles de monos empezaron a gritar y a acorralarnos. Querian nuestras mochilas, pero si golpeabas el palo contra el suelo con suficiente fuerza los ahuyentabas facilmente.
Pasado un tiempo estabamos cruzando el ultimo precipicio y no habiamos visto un mono en media hora. Pero de pronto una bola peluda nos ataco por sorpresa. El mono corrio gritando y agitando los brazos en el aire hacia el israeli, que reacciono instintivamente bateandolo, y el primate cometio el error de agarrarse a su palo.
Unos instantes despues los 70 kilos de israeli aterrado lograron imponerse a los 3 kilos de mono famelico, y este salio volando (nunca peor dicho) hacia el precipicio. Pudimos oir al mono gritar durante mas de 6 segundos de caida libre.
Nos miramos los 4 y nos quedamos paralizados. Habria sobrevivido el mono? Seguiria el israeli siendo vegetariano despues de aquello? Solo el mono y el israeli pueden contestar a esto, pero esperemos que si.
Ese mismo dia llegamos a la cima y nos alojamos en el templo mas alto. A las 6 de la mañana estabamos de nuevo en pie para ver el famoso amanecer. No vimos nada de nada porque habia una niebla mas espesa que un pure de garbanzos. Sin embargo, el viaje en si mismo fue tan increible que incluso sin amanecer merecio la pena.
 
Si alguna vez estais en China y pasais cerca de Emei San no dudeis en subir a pie. Os prometo que sera un viaje inolvidable.